lunes, 17 de septiembre de 2018

Cuestión planteada en el centro: higiene del sueño

Al surgir entre una de las familias una cuestión sobre los hábito y patrones del sueño en la infancia, os facilito una serie de consejos que he recopilado y cuya fuente figura al final del texto. Espero que sea de vuestro interés. 
En definitiva son consejos que se emplean desde el ámbito pediátrico pero lo esencial en este inicio de curso en el que se han podido crear problemas al cambiar el horario de las vacaciones y al asistir a la escuela infantil, es crear paulatinamente esta nueva rutina de sueño en casa, con calma y seguridad para los más pequeños.

HIGIENE DEL SUEÑO
El sueño es el estado de reposo uniforme de un organismo en contraposición al estado de vigilia y es una necesidad fisiológica vital para el buen funcionamiento del organismo así como el desarrollo físico, emocional, cognitivo y social de los niños.

El sueño sirve para restaurar en los organismos el desgaste ocurrido durante la vigilia. Además, el sueño mantiene y reorganiza circuitos neuronales, incluyendo la formación de nuevas conexiones neuronales que sustituyen a otras ya deterioradas debido al envejecimiento neuronal.

La ausencia o alteración del sueño en los niños provoca efectos adversos significativos. La privación o la mala calidad del sueño en el niño repercuten en el rendimiento escolar y en el estado de humor y la alteración crónica puede tener también repercusiones físicas, especialmente fallo de medro (velocidad de crecimiento muy baja, tanto en peso como en talla, por debajo de los percentiles 3 ó 5 para la edad).

La importancia de la falta de sueño radica en que posteriormente estos niños presentarán trastornos de aprendizaje, fallo en el crecimiento, disminución en la capacidad para trabajar y un mayor riesgo de accidentes.

Los patrones de sueño están influidos por condiciones y eventos externos. Establecer y mantener una buena “higiene de sueño” es el primer paso para resolver el problema de sueño de un niño.

Los factores que mejorarán el sueño incluyen buena salud, ejercicio, un horario cotidiano de provecho y consistente, una dieta balanceada y cantidades apropiadas de comida; un medio ambiente a la hora de dormir que invite a dormir, así como una secuencia placentera y relajante de actividades en el momento anterior a la hora de dormir.

Principios de higiene del sueño en la infancia:
  • ·         Crear un periodo de tranquilidad unos treinta minutos antes de la hora de dormir.
  • ·         Fijar una hora específica para dormir, avisando debidamente al niño media hora antes y 10 minutos antes de la hora acordada.
  • ·         La habitación del niño debe estar oscura, tranquila y con una temperatura agradable.
  • ·         Las rutinas para ir a la cama deben ser respetadas estrictamente, disminuyendo la interferencia de actividades sociales o académicas.
  • ·         El horario de levantarse por la mañana debe ser estructurado de manera consistente.
  • ·         El ruido ambiental debe ser mermado tanto como sea posible, lo que puede lograrse usando música ambiental o ruido blanco.
  • ·         Los niños no deben acostarse recién cenados pero tampoco deben acostarse con hambre.
  • ·         Pueden tomar un vaso de leche para evitar tener hambre por la noche.
  • ·         Evitar el consumo excesivo de líquidos antes de acostarse.
  • ·         Los niños deben aprender a dormirse solos (sin la presencia de los padres en la habitación).
  • ·         Evitar la actividad física vigorosa antes de ir a la cama.
  • ·         En los niños en los que el baño sea una actividad estimulante, debe evitarse en la noche o realizarlo al menos dos horas antes de irse a la cama.
  • ·         Restringir la presencia de aparatos electrónicos en la habitación en el momento de ir a la cama.
  • ·         Evitar el consumo de cafeína, bebidas estimulantes o chocolate por la tarde o en la cena.
  • ·         Algunos medicamentos contienen alcohol o cafeína y pueden alterar el sueño de los niños.
  • ·         Las siestas deben ser adecuadas a la etapa del desarrollo. Siestas cortas pueden ser reparadoras, pero siestas largas o muy frecuentes pueden ocasionar aumento importante del sueño durante el día y hacer más difícil conciliar el sueño durante la noche.
  • ·         Utilizar la cama solamente para dormir (no para jugar ni para ver la televisión).
  • ·         Acostar al niño cariñosamente para reafirmar una sensación de seguridad.


Adaptado por Isabel Luján y Asunción Menargues, profesoras de la Universidad de Alicante de la asignatura Educación para el Desarrollo Personal, Social y Medioambiental: Marín, A., Jaramillo, B., Gómez, R., Gómez, U. 2008. Manual de Pediatría Ambulatoria. Neurología. Trastornos del sueño. Pg: 157. Editorial Médica Internacional LTDA. Bogotá, Colombia.

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