La expresión corporal es quizá el
lenguaje más natural. El niño la utiliza desde los primeros momentos de su
vida, pues emplea el cuerpo (el gesto, el rostro, la postura, el movimiento)
como recurso de comunicación. Es un lenguaje muy espontaneo, que no tiene un
código establecido, aunque determinados gestos han quedado instituidos como símbolos:
como el movimiento de la cabeza arriba y abajo para asentir. El lenguaje
corporal permite transmitir los sentimientos, actitudes y sensaciones. Es
directo y claro, más universal que el oral, al que generalmente acompaña para
matizar y hacerlo más comprensible. Las
posibilidades de comunicación con el lenguaje del cuerpo dependen del
conocimiento y dominio del propio cuerpo, por tanto, están muy relacionadas con
la psicomotricidad.
Se llama psicomotricidad
fina a la coordinación de movimientos de las distintas partes del cuerpo
con precisión, por ejemplo realizar la pinza con los dedos de las manos,
enhebrar o abrochar un botón.
El desarrollo de las habilidades de psicomotricidad fina son decisivas
para el niño. Sus logros en este campo abren la puerta a la experimentación y
al aprendizaje sobre su entorno y, como consecuencia, la psicomotricidad fina
juega un papel fundamental en el desarrollo de la inteligencia.
Sin embargo, este aprendizaje está
sujeto a grandes altibajos, a pesar de que requiere un ciclo progresivo. Por
tanto, no debemos alarmarnos si vemos que el niño, en ocasiones, pasa por
momentos de progresos acelerados y otras veces manifiesta frustrantes retrasos.
Ambos son inofensivos y forman parte del ciclo natural de aprendizaje y
desarrollo de la psicomotricidad fina.
Esta semana hemos comenzado con la
decoración navideña del aula. Los pequeños han disfrutado pintando y pegando
papeles en los murales, con los cuales fomentamos el trabajo en equipo, la
paciencia, el respeto de turno y el compañerismo. Todo ello, sin olvidarnos de
complementarlo con el ritmo de los villancicos que suenan en la clase estos
días y que van poco a poco reconociendo y aprendiendo.
Esta semana han faltado gran parte
del alumnado por motivos de salud, así que todas las actividades navideñas se
realizarán esta semana con parte del alumnado que faltó estos días para que
disfruten del proceso. Estamos preparando algunas sorpresas para celebrar estas
fiestas navideñas que no os podemos desvelar.
El viernes celebraremos en el aula
un pequeño festival navideño para el alumnado. Normalmente las familias nos
preguntáis si podéis asistir o tenéis que participar del algún modo. Hace años
desde el centro decidimos que este momento es para disfrutar en el aula y, dado
que no todas las familias podrían asistir por motivos laborales, preferimos que
sea un acto que sea exclusivamente para ellos y ellas.
Esta fiesta consistirá en una
visita sorpresa de un personaje navideño, que curiosamente mide lo mismo que
Francisco y dice “Ho-Ho-ho”. Tradicionalmente, y os hablo con conocimiento de
causa, al aparecer este señor regordete con barba blanca y vestimenta roja, la
mayoría del alumnado se asusta y se pone a llorar por mucho que se endulce y se
les prepare para la situación.
No queremos que sea un momento
dramático para el alumnado y si están tranquilos estará más en el aula, por el contrario,
si se ponen nerviosos saludará y trabajaremos con calma el resto de la sesión. Os
puedo asegurar que ni disfrazándome otros años delante de ellos/as he
conseguido que no se pusiera a llorar alguno. Simplemente, su pensamiento en
estas edades no permite disociar a la persona del personaje.
Sobre realizar fotografías del alumnado
en el centro la política es clara: no realizaremos fotos en grupo.
Los motivos son sencillos y se basan en la experiencia de otros cursos: no todo el mundo está conforme con ella. Por su edad, no se les puede exigir paciencia para realizar la foto, si se les coloca de una forma en la que unos/as están más cerca del profesorado luego se señala favoritismo, si alguno/a sale movido que porqué se ha escogido esa foto y no otra,… y un largo etcétera.
Los motivos son sencillos y se basan en la experiencia de otros cursos: no todo el mundo está conforme con ella. Por su edad, no se les puede exigir paciencia para realizar la foto, si se les coloca de una forma en la que unos/as están más cerca del profesorado luego se señala favoritismo, si alguno/a sale movido que porqué se ha escogido esa foto y no otra,… y un largo etcétera.
Como medida adoptada desde hace
varios cursos preferimos que, si queréis tener una imagen de vuestro hijo/a en
el centro con el profesorado o jugando, optamos porque traigáis vuestra cámara
de foto (con la tarjeta de memoria vacía son fotos, para que nadie sienta que
cuchicheamos o cosas por el estilo). Lo podéis hacer cuándo queráis y, preferiblemente
comentárnoslo el día anterior.
De esta manera preservamos los
derechos de imagen de la infancia, cuestión que nos tomamos con gran
responsabilidad. Esperamos que comprendáis nuestra postura aunque no es la más
popular. Lo típico y recurrente es optar por imágenes grupales como medida
efectiva de publicidad encubierta de los centros, algo respetable pero que no
compartimos.
En la próxima entrada pondremos más villancicos que usamos en el aula, de momento esta recopilación que cantamos muchos de ellos en el aula de super simple songs en inglés
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